La maternidad en las perras conlleva un gran número de responsabilidades tanto para la madre como para los dueños. Una de las causas de preocupación frecuente entre los propietarios es la salud de la perra durante este período tan crucial. Una pregunta que a menudo surge es si se puede desparasitar una perra que está amamantando sin comprometer su bienestar y el de los cachorros. La respuesta a esta pregunta no es sencilla y requiere un análisis más profundo sobre los efectos de los parásitos en la salud de las perras lactantes, así como los métodos de tratamiento adecuados.
Los parásitos, tanto internos como externos, pueden afectar de manera significativa la salud de una madre perra y, por ende, el desarrollo de sus cachorros. En algunos casos, la transmisión de parásitos puede ocurrir durante la gestación o a través de la leche, convirtiendo la desparasitación en una cuestión de vital importancia. Sin embargo, la administración de medicamentos antiparasitarios durante la lactancia debe llevarse a cabo con precaución y bajo la supervisión de un veterinario, quien puede recomendar el tratamiento más adecuado, preservando así la salud de ambos.
Razones para desparasitar
Existen múltiples razones por las que es imperativo mantener a una perra libre de parásitos durante su periodo de lactancia. Los parásitos pueden causar problemas de salud severos en la madre y, si no se controlan, pueden infectar a los cachorros. Por ejemplo, algunas infecciones parasitarias como los anquilostomas o las tenias pueden lograrse transmitir a través de la leche, lo que inicia un ciclo que puede llevar a síntomas graves como diarrea persistente, deshidratación e incluso la muerte en los cachorros más jóvenes. La salud de la madre también puede verse comprometida cuando se enfrenta a una infestación parasitaria, ya que muchos de estos organismos se alimentan de sus nutrientes, debilitándola físicamente y haciéndola más susceptible a otras enfermedades.
Además, hasta un 40% de las camadas puede estar en riesgo, ya que cachorros sanos tienden a estar más protegidos si su madre está libre de parásitos. Así, desparacitar a una madre que está amamantando no solo se enfoca en su bienestar, sino también en el de sus descendientes, lo que convierte esta acción en un componente clave del cuidado maternal en perros. Por otro lado, la prevención se vuelve un eje central y realizar chequeos regulares puede ayudar a identificar cualquier infestación antes de que se convierta en un problema grave.
Síntomas de infestación parasitaria

Para determinar si una perra necesita ser desparasitada, es fundamental saber reconocer los síntomas de una infestación parasitaria. Algunos de los signos comunes incluyen vómitos, diarrea, pérdida de peso, letargo, abdomen distendido o hinchado, y la presencia visible de parásitos en las heces o el pelaje de la perra. Si la madre muestra alguno de estos síntomas, es crucial visitar al veterinario de inmediato para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. No solo hay que considerar la salud de la madre, sino también el estado de los cachorros, quienes pueden verse afectados por la presencia de estos organismos.
Cada tipo de parásito tiene sus particulares características. Por ejemplo, los parásitos internos como lombrices intestinales pueden establecerse en la madre sin causar síntomas evidentes, pero pueden representar un grave riesgo para los cachorros. En cambio, los parásitos externos como pulgas y garrapatas ofrecen síntomas más visibles, como rasguños recurrentes o irritación de la piel. Así, además de los cuidados que deben seguirse durante la lactancia, es vital que los propietarios estén atentos a cualquier cambio en el comportamiento y en la salud de su perra, informando a su veterinario ante cualquier inquietud.
Métodos de desparasitación

Una vez que se determina que la perra amamantando necesita ser desparacitada, el veterinario establecerá un plan de tratamiento. La elección del antiparasitario dependerá de los tipos específicos de parásitos que se están tratando. Para los parásitos internos, este puede ser administrado en forma de pastillas, mientras que los parásitos externos, como pulgas y garrapatas, se pueden eliminar utilizando pipetas, sprays o collares. Es importante seguir las recomendaciones del veterinario sobre las dosis y formas de administración, ya que los medicamentos incorrectamente administrados pueden ser perjudiciales tanto para la madre como para sus cachorros.
Se debe tener en cuenta que, aunque algunos antiparasitarios son seguros durante la lactancia, no todos lo son. Por lo tanto, la auto-medicación o la elección de productos a base de hierbas sin la guía de un profesional no son recomendables. Los veterinarios, a través de su experiencia y conocimiento, pueden prescribir tratamientos específicos que sean seguros para la perra y cuya eficacia esté comprobada en el control de parásitos. Además, explicar cómo y cuándo administrar el tratamiento puede facilitar el proceso y reducir la ansiedad asociada con medicaciones.
Prevención de infestaciones futuras

Más allá del tratamiento de los parásitos, implementar medidas preventivas es esencial para asegurarse de que la madre y los cachorros se mantengan sanos a lo largo del tiempo. Esto incluye una higiene adecuada en el entorno donde vive la perra, así como un chequeo regular de la salud de la mascota. Mantener el espacio limpio, desinfectar áreas donde la perra pasa tiempo y asegurarse de que tenga un lugar frecuente para hacer sus necesidades son prácticas que contribuyen significativamente a disminuir la probabilidad de infestaciones parasitarias.
Los hábitos alimenticios son igualmente relevantes. Proporcionar un alimento de calidad y asegurarse de que la madre esté bien nutrida ayuda a fortalecer su sistema inmunológico, haciendo menos probable que los parásitos afecten a su salud. También hay productos preventivos disponibles, como pipetas mensuales y collares antipulgas, que se pueden usar para proteger a la madre y su camada. La incorporación de estas técnicas preventivas pueden hacer una diferencia notable en la calidad de vida de los animales.
Conclusión
Desparasitar a una perra que está amamantando es un proceso delicado, pero totalmente necesario para proteger la salud tanto de la madre como de sus cachorros. Reconocer los síntomas de infestación, utilizar tratamientos adecuados y adoptar prácticas de prevención son elementos esenciales en el cuidado de la salud de las perras lactantes. Siempre es aconsejable consultar a un veterinario para determinar el mejor camino a seguir en estos casos, asegurando un tratamiento seguro y efectivo. Al final, la prioridad debe ser siempre el bienestar de la madre y sus cachorros, y una intervención oportuna puede marcar la diferencia entre una experiencia de lactancia saludable y un ciclo de problemas parasitarios.