Las espinillas o puntos negros, conocidos médicamente como comedones, son una forma común de acné que puede aparecer en diversas áreas del cuerpo, incluyendo las orejas. Aunque generalmente no representan un problema de salud grave, su presencia puede generar incomodidad, inseguridad e incluso frustración. La piel de las orejas es susceptible a la acumulación de sebo y células muertas, lo que lleva a la formación de estos pequeños bultos oscuros. Saber cómo quitar punto negro de la oreja de forma efectiva y segura es esencial para mantener una piel sana y libre de imperfecciones.
La extracción de estos puntos negros requiere un enfoque delicado y bien estructurado. Si bien algunos recurren a métodos caseros, es fundamental realizar el procedimiento de manera cuidadosa para evitar infecciones y cicatrices. Este artículo te guiará a través de un proceso detallado que incluye limpieza, preparación de la piel y técnicas de extracción. La idea es asegurarte de que cada paso se realice con la debida precaución y la correcta higiene.
Preparación de la piel para la extracción
Antes de comenzar con la extracción de cualquier punto negro, es imperativo preparar adecuadamente la piel. La higiene juega un papel crucial en este proceso, ya que la acumulación de bacterias puede llevar a infecciones y empeorar el estado de la piel. Además, una limpieza correcta de la zona afectada permitirá una extracción más efectiva. Para ello, se recomienda el uso de un gel limpiador específico para el rostro, que contribuya a eliminar el exceso de sebo y suciedad acumulada.
Al momento de aplicar el gel, es aconsejable hacerlo con movimientos suaves utilizando un bastoncillo de algodón. Este método no solo garantiza que la zona afectada reciba la atención necesaria, sino que también ayuda a prevenir que los dedos entren en contacto directo con la piel, minimizando el riesgo de irritaciones. Después de unos minutos, es importante retirar el gel utilizando un disco de algodón humedecido en agua tibia. Esta acción adicional no solo elimina cualquier residuo, sino que también ayuda a calmar la piel antes de proceder a la extracción. Es esencial seguir este paso con una loción antiséptica, que reducirá las imperfecciones y preparará la piel para el próximo paso.
Baños de vapor: un aliado eficaz

Un paso clave antes de extraer los puntos negros es realizar baños de vapor. Este método, aunque a menudo subestimado, es altamente efectivo para abrir los poros, facilitando la extracción posterior. Para llevar a cabo un baño de vapor, es recomendable llenar una olla con agua caliente y, si lo deseas, añadir aceites esenciales que son beneficiosos para las pieles acneicas, como el aceite de árbol de té o el aceite de lavanda. Estos aceites no solo brindan un aroma agradable, sino que también tienen propiedades antimicrobianas que pueden ser útiles para prevenir infecciones.
Una vez que el agua está hirviendo, deberás cubrir tu cabeza con una toalla, manteniéndola sobre la olla para atrapar el vapor. Es importante estar atento a la distancia, ya que el vapor caliente puede ser incómodo o incluso doler si te acercas demasiado. Mantente en esta posición durante aproximadamente cinco a diez minutos, permitiendo que el vapor penetre y afloje los puntos negros. Este proceso no solo abre los poros, sino que también aporta hidratación a la piel, haciéndola más flexible y lista para la extracción. Recuerda que no debes apresurarte en este paso; un vapor adecuado es fundamental para que el procedimiento sea exitoso.
Técnicas de extracción de puntos negros
Una vez que has preparado tu piel adecuadamente, llegó el momento de realizar la extracción de los puntos negros. Este proceso debe llevarse a cabo con el máximo cuidado para evitar lesiones en la piel. Es crucial que antes de tocarte la piel, te laves las manos con un jabón antibacteriano y desinfectes adecuadamente los instrumentos que vas a utilizar, como pinzas o un extractor de comedones con punta de dos lados. La desinfección minimiza la posibilidad de introducir bacterias en la piel, lo que podría causar un brote de acné.
Cuando estés listo para comenzar, tendrás que presionar suavemente alrededor del área del punto negro. Si decides usar pinzas, asegúrate de sujetar el extremo del punto negro con las pinzas y tirar con cuidado hacia arriba. Por otro lado, si optas por el extractor, apóyalo suavemente sobre la piel alrededor del comedón y presiona lentamente. Este movimiento debe ser gentil y controlado; nunca debes forzar la salida del punto negro, ya que esto puede causar inflamaciones, enrojecimientos e incluso cicatrices. En caso de que se produzca un poco de sangrado, aplica inmediatamente una compresa para limpiar la zona y un poco más de loción antiséptica, asegurando que la piel se mantenga libre de infecciones.
Cuidados posteriores a la extracción

La atención a la piel no termina una vez que has realizado la extracción de los puntos negros; de hecho, esos cuidados son esenciales para asegurar que tu piel se recupere adecuadamente y no queden marcas. Lo primero que debes considerar es aplicar una crema humectante específica para tu tipo de piel después de la extracción. Esto ayudará a calmar la piel y a reponer la hidratación que puede haberse perdido durante el proceso de extracción. Optar por productos que contengan ingredientes antiinflamatorios como el aloe vera o el ácido hialurónico puede ser especialmente beneficioso.
Es igualmente importante evitar la exposición al sol inmediato después de este procedimiento. La piel queda más vulnerable y sensible, y la radiación solar puede causar irritaciones o hiperpigmentación en las áreas tratadas. Si es necesario salir, asegúrate de usar protector solar con un alto factor de protección y preferentemente utilizar un sombrero que ofrezca sombra. Además, evita tocar la zona tratada con las manos sucias y evita el uso de productos cosméticos pesados para no obstruir los poros. Este cuidado posterior asegurará que tu piel se mantenga en las mejores condiciones posibles, evitando la aparición de nuevos puntos negros.
Consultar a un profesional

En ciertos casos, la extracción de puntos negros puede volverse un proceso complicado, especialmente si los comedones no son accesibles o se encuentran profundamente incrustados en la piel. Si notas que estos puntos negros se localizan dentro del conducto auditivo, lo más seguro y recomendable es consultar a un profesional de salud. Un dermatólogo cuenta con las herramientas adecuadas, así como la experiencia necesaria para realizar extracciones de manera segura y eficaz.
Además, el consultorio de un especialista puede proporcionarte tratamientos personalizados más allá de la extracción, incluyendo el uso de peelings químicos, microdermoabrasión o incluso terapia con láser. Estas opciones no solo ayudarán a eliminar los puntos negros, sino que también mejorarán la textura general de la piel, tratando problemas de acné en un contexto más amplio. No dudes en buscar ayuda profesional si tus intentos de eliminación no han sido exitosos o si experimentas enrojecimiento o inflamación persistentes.
Conclusión
Eliminar los puntos negros de las orejas puede parecer un desafío, pero con la preparación y los métodos adecuados, es totalmente posible. Desde la limpieza y la preparación de la piel hasta la extracción cuidadosa y el cuidado posterior, cada paso juega un papel fundamental para asegurarte de que tu piel se mantenga saludable y libre de imperfecciones. Es importante abordar este proceso con paciencia y atención, dados los delicados matices de la piel que estamos tratando. En caso de duda, o si los puntos negros no desaparecen, siempre es aconsejable consultar a un dermatólogo. Recuerda que la salud de tu piel es un reflejo de tu cuidado personal. Por lo tanto, al aprender cómo quitar punto negro de la oreja de manera segura y eficaz, no solo cuidarás de tu apariencia, sino también de la salud a largo plazo de tu piel.